Nos conocimos desde niños, pero dejamos de frecuentarnos por muchos años. La vida quiso que en el 2018 nos reencontremos, aquellos recuerdos de niños habían quedado en nuestras memorias y de repente empezamos a salir. Fue muy fácil congeniar y darnos cuenta todas las cosas afines que teníamos; por fin lo pudimos entender, el hilo rojo que juntó nuestras manos de pequeños en aquel camporí, nos estaba uniendo de nuevo. Desde que nos enamoramos empezamos a soñar con la idea de construir un hogar, sueño que nos tomó tiempo planificarlo, consolidarlo y hacerlo realidad. |